Comenzamos desde las ganas de viajar. Conocer, aprender, compartir. El viaje como una incertidumbre, como un repreguntarse la realidad en que vivimos, que construimos y que nos transforma.
Consideramos el juego como un lenguaje, como una herramienta de comunicación y comunión. Una forma diferente de relacionarnos, recreando los vínculos entre nosotros y con los lugares que habitamos. A través del intercambio y recopilación de experiencias lúdico-educativas queremos acercarnos a diferentes territorios. Conectarnos con diferentes organizaciones sociales, empaparnos de sus luchas, de sus realidades y desde ahí poder repensar nuestra realidad como continente, compartir alegrías y miserias de esta América, de esta historia compartida, que nos atraviesa, nos conecta, nos enreda, desde la cual pararnos e imaginar un futuro diferente, a construir.
"El mundo del revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y aceptar el futuro en lugar de imaginarlo: así practica el crimen y así lo recomienda. En su escuela, escuela del crimen, son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación. Pero está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga su contracara, ni desaliento que no busque su aliento. Ni tampoco hay escuela que no encuentre su contraescuela" (Galeano, Patas Arriba)
Creemos que el juego logra que los sujetos se compenetren de tal forma en él, que funda una realidad momentánea y mágica, un espacio-tiempo abstraído de lo cotidiano con sus propias reglas. El poder vivenciar este círculo de juego permite, a quien se juegue, empezar a cuestiona ciertas reglas y estructuras de la realidad cotidiana; no tomarlas como algo acabado, inmodificable. Poder a empezar a cuestionar la realidad del día a día es empezar a tender hacia la libertad. Vemos en el juego un motor de creación y un posible agente desnaturalizador de lo cotidiano. Una herramienta posible de ser usada para preguntar y preguntarse, para preguntarnos juntos.
"No se trata de aplicar el juego como un instrumento pedagógico (...), sino de aprender de y desde el juego. (...) Aprender valores, aprender relaciones vinculares humanizadas, aprender a aprehender de otra manera que no sea alienante (...), aprender a ser responsable, aprender a arriesgarse y a "jugarse" por lo que creemos justo y que vale la pena, aprender un rol de coordinador que respete a las personas, con sus propios saberes, aprender que nadie lo sabe todo y nadie lo ignora todo (...)" (Mariano Algava)

sábado, 26 de febrero de 2011

Taller con las coordinadoras de la guardería "Mi Mamá Trabaja"

A fines del mes de febrero nos acercamos al grupo "Mujeres Creando", quienes tienen una casa autogestiva en la ciudad de La Paz llamada "La virgen de los deseos", en la calle 20 de Octubre al 2060. Allí desarrollan diferentes actividades políticas y culturales, además que dan servicio de hospedaje, alimentación y una guardería para madres trabajadoras. Desde 2007 también operan su propia radio: Radio Deseo.
Conocimos a Charo, quien nos abrió las puertas para armar un taller con las coordinadoras de la guardería.
Arrancamos un sábado bien temprano con unos juegos para empezar a conocernos y aflojar los cuerpos fríos de tanta lluvia en La Paz. Seguimos con el juego de las citas, donde cada participante debía "programar" una agenda semanal con una cita diaria con las compañeras, para irse luego reuniendo con sus "citas programadas". En cada encuentro se realizaba algún juego simple de calentamiento, alguna pregunta sobre la vida personal a la compañera, o sobre su relación con el equipo de la guardería. Terminándose por sociabilizar en ronda las preguntas hechas, conociéndonos todos así un poco más.


Como nuestro objetivo del taller era reflexionar sobre la grupalidad y el trabajo en equipo propusimos, para entrar en tema, un juego cooperativo: el kama-sutra. Hicimos dos rondas del  mismo juego, primero sin poder hablar y luego hablando. Así vimos la importancia de la comunicación en el diagramado de una estrategia grupal para cumplir la meta del juego.

Después de un breve momento de relajación, nos separamos en dos grupos. Cada grupo debía representar en un papelógrafo que significaba para ellas "la grupalidad". Pudiendo realizarlo a través de dibujos, esquemas gráficos, oraciones, palabras sueltas, etc.





Luego de una linda puesta en común de las producciones en los papelógrafos, terminamos con una reflexión acerca de la jornada, compartiendo las expectativas de cada una para con "mi mama trabaja" y leyendo un emotivo texto.   

1 comentario:

  1. Hola, esperamos más novedades de su viaje lúdico. Tenemos ganas de conocer un poquito de su experiencia y de ver si podemos pasarles contactos o datos que pudiéramos tener de los lugares a visitar.

    Los seguimos, ¡¡a seguir jugando por América!!

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